MEXICALI.- Dormir y descansar adecuadamente es esencial para tener buena salud, ya que la falta de sueño está asociada con accidentes automovilísticos, desastres industriales, errores médicos y profesionales, así como baja productividad, es por ello que, en el marco del Día Mundial del Sueño que se conmemora este 15 de marzo, la Secretaría de Salud concientiza a la población sobre la existencia de trastornos del sueño y emite recomendaciones para prevenirlos.
El sueño es un proceso biológico complejo, ya que mientras se duerme, las funciones del cerebro y cuerpo siguen activas para mantener saludable al cuerpo, por lo tanto, si no hay un sueño de calidad las consecuencias pueden conllevar daño a la salud mental y física, al pensamiento y a la vida diaria.
Además, no dormir lo necesario también puede ser un factor de riesgo para desarrollar enfermedades crónicas como obesidad, hipertensión, diabetes, depresión, así como cáncer.
Dormir las horas adecuadas es igual de importante que llevar una alimentación saludable o realizar actividad física. Entre los beneficios de dormir se encuentra el mantener en equilibrio los sistemas inmunológico, cardiovascular, metabólico y neurológico.
Las horas que se recomienda dormir cambian de acuerdo con la edad de las personas: las y los recién nacidos deben dormir alrededor de 18 horas, las niñas y niños, entre 10 y 12 horas, las y los adolescentes de 8 a 9 horas y las personas adultas entre 7 y 8 horas diarias.
Entre los trastornos del sueño se encuentran el insomnio, la somnolencia diurna excesiva, la narcolepsia (problema del sistema nervioso que causa somnolencia extrema y ataques de sueño durante el día) y el síndrome de apnea de sueño (trastorno común en donde la respiración se interrumpe y la persona no descansa bien).
Además, se pueden presentar problemas para mantener un horario regular de sueño, el síndrome del desfase de horario, trastorno del sueño a causa del trabajo por turno, fase de sueño retrasada o avanzada, entre otros.
Entre los consejos que debe seguir la población para tener un buen sueño, están el tener buenos hábitos (higiene de sueño), lo que incluye: acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, realizar actividad física moderada para promover el sueño, evitar comidas excesivas antes de acostarse, no consumir cafeína, alcohol o tabaco cerca de la hora de dormir; estar en un espacio cómodo, oscuro, tranquilo y que no esté demasiado cálido, ni muy frío y de preferencia en una habitación completamente oscura.
Es importante poner en práctica hábitos que nos permiten dormir bien y profundamente, lo que es fundamental en la recuperación física y desarrollo cerebral, el aprendizaje, la memoria, la regulación emocional, las funciones metabólicas y cardiovasculares.